El flúor, como toda sustancia utilizada con fines terapéuticos, tiene efectos delimitados por la dosificación con que es administrado. Cuando el flúor se utiliza en dosis inferiores a las recomendadas no tiene efecto óptimo como protector contra la caries; en el caso de sobrepasar las dosis, se produce un daño cuyas consecuencias dependerán de la intensidad y la frecuencia con que se ha producido la dosificación.
En México, la caries dental y la enfermedad periodontal son patologías que afectan a más del 90% de la población y representan un verdadero problema de salud pública; por lo mismo las instituciones del sector salud, con el afán de solucionar estos problemas, se han instrumentado diferentes estrategias para su control. De ahí que la fluoruración de la sal para consumo humano, las aplicaciones tópicas de flúor realizadas por los profesionales, así como los programas institucionales, hayan impactado favorablemente en la salud bucal.
recuperado del manual para el uso de fluoruros dentales en la república mexicana de la secretaria nacional de salud(2003)
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